El arruí (Ammotragus lervia), se caracteriza morfológicamente por presentar pelaje de color marrón tostado, larga cola y chaparreras o zahones de abundante pilosidad en forma de barbas que cubren la garganta y superficie anterior, alcanzando casi las pezuñas en los machos adultos y siendo menos abundante en las hembras.La cornamenta es de tipo semicircular y curvatura simple, con crecimiento anual poco marcado. En los machos adultos llega a alcanzar una longitud total de cuernos de 88 cm. (46 en  hembras), con un perímetro basal de 36 cm. (18 en hembras) y un peso máximo de 130 kg. (86 en  hembras).

Animal gregario con organización social jerárquica. En primavera, las hembras preñadas se separan de los grupos para dar a luz en lugares recónditos, manteniéndose alerta. Durante el verano se organizan machos y hembras, en dos grupos bien diferenciados. El grupo de las hembras, generalmente entre 10-15 ejemplares/grupo, suele incluir crías, juveniles y machos subadultos. Los machos adultos se agrupan en pequeñas manadas, dirigidos por ejemplares de mayor porte y edad.En el otoño, se inicia la época de celo uniéndose los grupos. Las peleas y persecuciones, son frecuentes entre los machos dominantes por hacerse con el favor del mayor número de hembras.

Breve historia del arruí en la Reserva de Caza

La llegada de los primeros arruís a Sierra Espuña se produjo a principios de los años 70, por varios grupos procedentes del zoológico de Casablanca en Marruecos y Alemania. Para la adaptación de estos animales al nuevo medio, se trasladaron a las instalaciones preparadas al efecto en la zona de la Carrasca (Barranco de Enmedio).

La aclimatación y adaptación de los arruís a las características de Sierra Espuña se considera todo un éxito, pues así ha sido puesto de manifiesto por los conteos realizados durante los años 80 por la guardería forestal y celadores de caza.

La epizootía de sarna sarcóptica, declarada en 1992, diezmó la población de forma alarmante. Las medidas urgentes adoptadas, por parte de la dirección técnica de la Reserva y en colaboración con la facultad de Veterinaria de la Universidad de Murcia, consistieron en la construcción de capturaderos y captura de animales con rifle anestésico, zonas de tratamiento y seguimiento de animales tratados, así como fosas controladas de enterramiento con cal de los animales muertos. La epizootía fue controlada y la población de arruí se estabilizó.

En la actualidad, la población se encuentra en progresión, y la gestión se encamina a obtener una adecuada distribución de sexos y edades y a mantener unos efectivos poblacionales acordes con el alimento disponible para optimizar la calidad de los trofeos.Para ayudar a la recuperación de las poblaciones y mejorar del hábitat, se realizan anualmente, análisis de los animales abatidos y diversas actuaciones como: capturaderos, cercados, bebederos, siembras y aporte de alimentación suplementaria.