Las obras han consistido en la reconstrucción de diez muros de gavión que se encontraban en avanzado estado de deterioro, y en la construcción de dos nuevos muros y ocho albarradas de gaviones. Asimismo, se ha llevado a cabo la restauración vegetal de áreas degradadas con especies autóctonas, tales como pino carrasco, acebuche, romero, albaida, lentisco, enebro y espino negro, entre otras, en una superficie de 2,8 hectáreas. El director general de Patrimonio Natural y Biodiversidad, Pablo Fernández, destacó al respecto que el objetivo principal de estas actuaciones ha sido “amortiguar los procesos erosivos en la ladera del castillo y reducir las posibilidades de desprendimientos”. Resaltó asimismo el interés de la Consejería por “mejorar la biodiversidad y la riqueza florística de esta zona, la estructura y la capacidad de infiltración del suelo, así como por favorecer las comunidades vegetales existentes para que alcancen series evolutivas más cercanas a su óptimo climático”.
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