Brigada de incendios apagando un fuego en zona de matorral
El fuego constituye un elemento transformador típico de los ecosistemas mediterráneos. La elevada sequedad atmosférica, la existencia de fuertes vientos terrales, la escasez de precipitaciones y las elevdas temperaturas de la época estival, unida a la particular ecología de mucha de las especies vegetales que lo integran, facilitan al aparición y propagación de incendios forestales, que va mucho más allá de la destrucción de los ecosistemas, propiedades y vidas humanas, por graves que sean éstas. La vegetación dañada a causa del fuego resulta mucho más vulnerable al ataque de otros agentes nocivos y destructivos, y al mismo tiempo ofrece menos protección al suelo ante la acción de los agentes erosivos, acentuándose en gran medida los procesos de arrastre del suelo y la intensidad de inundaciones y deprendimientos en las áreas afectadas.