Calblanque representa uno de los ambientes más destacados de la costa murciana en los que habitan numerosas especies vegetales y animales, muchas de ellas endémicas.

Está recorrido de este a oeste por la sierra de Cartagena; esta sierra se dispone formando dos franjas, una más al norte que presenta las mayores alturas, Cabezos de la Fuente (342 m) y Horno (285 m), con materiales calcáreos y otra más al sur, de menor altitud y próxima al mar, de materiales pizarrosos.

En la zona central del espacio la sierra queda más alejada de la costa, dejando una llanura litoral ocupada por cultivos y eriales. En la proximidad de la franja costera están las salinas del Rasall resultado de la transformación de dos antiguas lagunas.

El litoral presenta playas arenosas, acantilados y un elemento que da peculiaridad al espacio, las dunas fósiles, de gran interés por la escasez de estas formaciones geológicas. En esta franja litoral se pueden comprobar los efectos erosivos del viento y el agua del mar que dan a las pizarras y areniscas modelados caprichosos.

Los factores físicos determinan la existencia de gran diversidad de ambientes naturales que influenciados en diferente medida por la actividad humana a lo largo del tiempo han dado como resultado el actual paisaje de Calblanque.

Vegetación

Calblanque presenta una gran riqueza de especies vegetales que se distribuyen atendiendo a las características de los distintos ambientes. Destacan sobre todo las especies iberoafricanas, en la sierra litoral: palmito (Chamaerops humilis), arto (Maytenus senegalensis), cornical (Periploca laevigata), sabina mora (Tetraclinis articulata), aliaga (Calicotome intermedia), Launaea arborescens, etc. Junto a éstas, otras especies de matorral como albaida (Anthyllis cytisoides), jaguarzo (Cistus monspeliernses), etc. cubren las laderas.

Sólo Cabezos de la Fuente y Horno poseen un pinar de pino carrasco (Pinus halepensis), presentándose en este último los restos de un antiguo carrascal (Quercus rotundifolia).

En la áreas dedicadas a cultivo dominan la higueras (Ficus carica) y algarrobos (Ceratonia siliqua). Asociadas a cultivos herbáceos aparecen: la tuera (Citrullus colocynthis), el collejón (Moricandia arvensis), el picograjo (Glaucium corniculatum), etc. Alrededor de las viviendas, junto a las piteras (Agave americana) y paleras (Opuntia ficus-indica), aparece Whitania frutescens y Salsola verticilata.

El saladar que bordea las salinas del Rasall presenta especies típicas, adaptadas a vivir en estas condiciones de elevada concentración de sal, como son las barrillas y sosas (Arthrocnemum fruticosum), las siemprevivas (Limonium angustibracteatum) y los taray (Tamarix canariensis) son los más frecuentes.

En los arenales abunda el barrón (Ammophila arenaria), el lirio de mar (Pancratium maritimum) y Crucianella maritima. Ya en el mar los fondos, también arenosos, están cubiertos por praderas de Posidonia oceanica, cuyos restos se pueden contemplar en las playas.

Fauna

Las salinas del Rasall y el saladar contiguo constituyen el ambiente más destacable, ya que se encuentran numerosas especies de aves acuáticas y limícolas que nidifican, invernan o reposan allí en sus migraciones. Es frecuente la presencia de cigüeñuelas (Himantopus himantopus), flamencos (Phoenopteris ruber), garcetas (Egretta garcetta), avocetas (Recurvirostra avocetta), chorlitejos (Charadius sp.), archibebes (Tringa sp.), gaviotas (Larus sp.), etc. También en estas salinas vive un pequeño pez, endemismo ibérico, denominado fartet (Aphanius iberus).

En la sierra litoral se pueden contemplar pequeñas aves como el abejaruco (Merops apiaster), curruca cabecinegra (Sylvia melanocephala), carbonero común (Parus major), alzacola (Cercotrichas leucura),... destacando entre las rapaces el halcón peregrino (Falco peregrinus), búho real (Bubo bubo) y el águila perdicera (Hieraetus pennatus). Si bien los mamíferos más abundantes de esta sierra son el zorro (Vulpes vulpes) y el conejo (Oryctolagus cuniculus), también habitan en ella el tejón (Meles meles) y la garduña (Martes foina).

Los cultivos de Calblanque no difieren demasiado de otras zonas cultivadas de la Región, encontrándose aves como la cogujada (Galerida cristata), pardillo (Acanthis cannabina), el verdecillo (Serinus serinus), jilguero (Carduelis carduelis), etc. Otros animales que aparecen en estos lugares son el conejo (Oryctolagus cuniculus), la liebre (Lepus capensis) y la lagartija cenicienta (Psammodromus hispanicus).

En los arenales son sin duda la lagartija colirroja (Acanthodactylus erythrurus) y el eslizón (Chalcides bedriagai) las especies más características y adaptadas a este sustrato movedizo.