(Posidonietum oceanicae Funk 1927).

Se instala preferentemente sobre fondos de arena, aunque también puede hacerlo sobre roca. Puede extenderse desde la superficie hasta profundidades superiores a los 30 m.

Especies:

La que caracteriza y da lugar a la comunidad es la fanerógama marina Posidonia oceanica, endémica del Mediterráneo. Presenta raíces, tallos tipo rizomas, hojas y flores. Los rizomas y las raíces, fijan los fondos de arena y dan lugar a un sustrato estable, sobre el que se implanta una comunidad más compleja y estructurada. Los rizomas tienen un importante efecto amortiguador del oleaje y de las corrientes, impidiéndose la erosión de la línea de costa y, por tanto, la regresión de las playas arenosas.

La pradera tiene un importante efecto de depuración de las aguas costeras, asegurando la degradación de la materia orgánica acumulada. Llegando ésta en forma de detritus a comunidades más profundas y deficitarias en ella.

Es la comunidad infralitoral más extensa y de mayor biomasa. Acoge a un importante número de especies vegetales y animales. Tiene un papel esencial en el funcionamiento del ecosistema marino costero y un altísimo valor ecológico. Bajo condiciones adecuadas de temperatura, transparencia del agua, sedimentación, hidrodinamismo y régimen de nutrientes, constituyen la comunidad clímax de los fondos blandos infralitorales mediterráneos.

Esta comunidad, junto con el resto de especies de fanerógamas marinas presentes en el Mediterráneo, constituye un hábitat de protección prioritario tal y como se contempla en la Directiva de Hábitats de la Unión Europea.

En zonas costeras donde el desarrollo de actividades humanas ha originado un cambio de las condiciones ambientales la pradera regresiona y se deteriora, llegando incluso a desaparecer. En áreas antropizadas del litoral puede tener importantes y desconocidas repercusiones sobre el medio marino costero y sus recursos.