El consejero de Presidencia, Manuel Campos, presentó los datos correspondientes al Plan Infomur 2011, que refleja igualmente un descenso superior al 20 por ciento en el número de incendios con respecto a 2010, periodo en el que se contabilizaron 138 sucesos frente a los 110 de este año.

Campos resaltó la rapidez y efectividad de los profesionales en la extinción de incendios, junto a la optimización de recursos, como elementos clave para que el 89 por ciento de los incendios forestales se hayan quedado simplemente en conato, es decir, hayan afectado a menos de una hectárea del terreno forestal.

Así, sólo 12 incendios han superado la hectárea, que han tenido lugar en las localidades de Murcia, Mula, Molina de Segura, San Javier, Santomera, Abanilla, Cartagena, La Unión, Calasparra y Lorca. El municipio más afectado por el fuego ha sido sido el de Cartagena, con 251,03 hectáreas de terreno forestal quemado, seguido de La Unión, con 135 y Lorca, con 22,82 hectáreas.

Más efectividad

El consejero consideró el incendio que tuvo lugar el 18 de agosto en la Sierra de Atamaría como el "mayor reto de este año en la lucha contra incendios", puesto que las llamas arrasaron 385,45 hectáreas de terreno forestal arbolado de los municipios de Cartagena y La Unión, y obligaron a desalojar a más de 2.000 ciudadanos durante apenas unas horas.

"La inmediatez y eficacia de la labor de los servicios de emergencias ha quedado patente en cada una de sus intervenciones, en especial, en el de la Sierra de Atamaría, donde se salvaron vidas y viviendas", puntualizó Campos.
A este suceso, le sigue el que se declaró el 24 de agosto en la Rambla de la Ahorcada (Lorca), que supuso la pérdida de 21 hectáreas de terreno forestal no arbolado, y otro que se ocasionó el 8 de julio en el Camino de Los Puros de Murcia, con más de siete hectáreas de terreno arbolado.

Épocas de peligro

La mayoría de los incendios registrados, 54 (49 por ciento del total), se produjeron durante la época más vulnerable a los incendios forestales, que comprende del 1 de junio al 30 de septiembre. En la época de peligro bajo de fuego de este año se registraron 33 incendios, mientras que en el período de riesgo medio se originaron 23 incendios en los meses de abril, mayo y octubre.

De este modo, febrero fue el mes con mayor número de incendios forestales, con 18, seguido por julio y agosto, con 16 incendios cada uno, si bien fue en agosto cuando más superficie se quemó (414,49 hectáreas).

Los martes y sábados son los días de la semana que han registrado mayor número de incendios, seguidos por los miércoles y jueves, mientras que la franja horaria, comprendida entre las 12 y las 18 horas, es la que ha acumulado más siniestros.

En cuanto a las causas de los fuegos, tan sólo seis fueron causados de forma accidental y cuatro por fenómenos naturales. Otros 38 fuegos fueron provocados intencionadamente, 27 se debieron a la quema agrícola, 17 por negligencias, 15 a causas desconocidas, cuatro por cigarrillos mal apagados y dos a quema de basuras.

Por otro lado, el consejero destacó la solidaridad y compromiso del Gobierno regional en la lucha contra el fuego y la ayuda prestada por otras y a otras comunidades autónomas.

Medios humanos y materiales

En el operativo de vigilancia, prevención y extinción de incendios del Plan Infomur 2011, que ha contado con una invesión de 2,7 millones, han participado casi 560 profesionales a diario durante el periodo de máximo riesgo de fuegos, de junio a septiembre, para proteger la superficie regional, que está compuesta por 465.000 hectáreas.

De ellos, 362 profesionales se dedicaron a las labores de extinción, 124 a la vigilancia y prevención en los montes de la Región, y otros 72 coordinaron los servicios de emergencias.

Este año, la Consejería de Presidencia, a través de la Dirección General de Seguridad Ciudadana y Emergencias, ha modernizado los medios aéreos de La Pila y Zarcilla de Ramos para favorecer la rápida intervención con aparatos más rápidos y con mayor capacidad de descarga de agua.

Además, se ha mejorado la infraestructura de la base de emergencias de la pedanía lorquina de Zarcilla de Ramos, única en la Región en disponer de helicópteros y servicios de seguridad y emergencias en un único espacio, lo que ha permitido reducir los tiempos de respuesta por su proximidad a las masas forestales de la zona.