Los muladares de la red, gestionados por la Comunidad Autónoma, se situarán en aquellos municipios donde se asienten colonias reproductoras y áreas de campeo de las rapaces necrófagas, como quebrantahuesos, buitre leonado y alimoche. Su titularidad, instalación, administración, seguimiento y control, corresponderá a la Dirección General de Patrimonio Natural y Biodiversidad, que determinará asimismo el número y especie de cadáveres de animales a utilizar para cubrir las necesidades de las aves rapaces. La Dirección General competente en materia de sanidad animal determinará periódicamente las explotaciones ganaderas que actuarán como suministradoras de cadáveres a los muladares. La cantidad y los períodos de los aportes dependerán de las necesidades tróficas estacionales de las aves rapaces necrófagas. Patrimonio Natural y Biodiversidad efectuará un seguimiento del grado de eficacia del muladar para evitar acumulaciones excesivas en períodos prolongados de tiempo. Se establece un plazo máximo de cinco años para evaluar el funcionamiento de la red y ampliar, en su caso, el número de emplazamientos previsto en el decreto con nuevos muladares.
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