El director general de Patrimonio Natural y Biodiversidad, Pablo Fernández, junto a la directora del Área de Negocio de La Caixa, Rosa Ríos, y al representante de Instituciones de dicha entidad, José Antonio Meseguer, visitaron ayer dichas obras, que han generado 520 jornales de trabajo y en las que han participado seis personas en riesgo de exclusión social.

Entre los beneficios que se derivan, Fernández destacó “la disminución de la erosión y la pérdida de suelo, así como el aumento de la biodiversidad”. Las obras han contribuido a “la consolidación de las laderas, la delimitación del monte público, la mejora de la calidad de los ambientes agro-forestales, la potenciación de los taxones de flora protegida, así como a la mejora de los hábitats para las especies de fauna y los Hábitats de Interés Comunitario”.

Destacó asimismo que para las repoblaciones “se han elegido especies ligadas a los sistemas forestales del noroeste murciano, algunas de las cuales generan frutos que sirven de alimento a mamíferos y numerosas aves”. Añadió que “también se ha tenido en cuenta el cromatismo que cada una de estas especies adquiere en período otoñal, para aumentar el valor paisajístico de la zona”.

Entre las especies plantadas en las laderas figuran pino carrasco, enebro, lentisco, espino negro, acebuche, sabina y pino piñonero. En los barrancos se han plantado especies de interés especial como encina, aladierdo, madroño, majuelo y escaramujo.

La preparación del suelo ha permitido aumentar su profundidad, mejorar la infiltración y la capacidad de retención de agua. Las plantaciones se han realizado de forma manual, colocando a todas las especies un tubo protector para optimizar su crecimiento y conservación. Se ha previsto la aplicación de dos riegos y la reposición de marras durante al menos un año.