Se sitúan sobre la roca litoral expuesta al oleaje, en los tramos de litoral bañados por aguas no contaminadas y con escasos aportes terrígenos.
Pueden constituir plataformas de más de 25 cm de grosor, con formas diferentes según estén instaladas sobre sustratos horizontales o verticales. Solo están presentes en las zonas más cálidas del Mediterráneo; en las costas peninsulares solo aparecen en Alicante, Murcia y Almería.
Son estructuras organógenas formadas por los tubos calcáreos de un molusco sésil como es: Dendropoma petraeum (=Vermetus (=Spiroglyphus) cristatus) consolidados por los talos de rodofíceas calcáreas incrustantes, principalmente Spongites notarisii.
Sobre estas formaciones se instalan especies que pertenecen a la biocenosis de la roca mediolitoral inferior (RMI) y a la biocenosis fotófila de la roca infralitoral superior de régimen batido (RIFSB). La fauna está constituida por especies pertenecientes a las dos biocenosis citadas y por especies propias. Mayoritariamente poliquetos y moluscos.
Poliquetos
Perinereis cultrifera
Palola siciliensis
Potamilla reniformis
Eulalia viridis
Moluscos
Acanthochitona facicularis
Ammonicera fischeriana
Dendrodoris limbata
Lithophaga lithophaga
Musculus subpictus
Irus irus
Hiatella rugosa
Biocenosis indicadora de alta calidad ambiental por ser sensible a las perturbaciones.
La degradación por contaminación orgánica o industrial implica:
La desaparición de las especies más sensibles:
Dendropoma petraeum
(molusco)
La aparición o permanencia de ciertas especies de amplia valencia ecológica:
Corallina elongata (alga)
Ectocarpus siliculosus (alga)
Ostrea stentina (molusco)
Ostrea stentina (molusco)
Mytilus galloprovincialis (molusco)
Balanus perforatus (crustáceo)
En la fase más degradada sólo las algas cianofíceas consiguen sobrevivir.