En la Región de Murcia la vegetación madura o bien desarrollada es escasa, de ahí que los retazos que aún se conservan desempeñan una función imprescindible en nuestros áridos ecosistemas y aportan valor al patrimonio natural regional. Por este motivo se ha realizado un exhaustivo trabajo con el objetivo de conocer y localizar los principales bosques que se encuentran en mejor estado de desarrollo, incluyendo arboledas y formaciones arbustivas singulares, por su interés científico, paisajístico, didáctico, social e incluso, en algunos casos, cultural, tal como entre otras razones establece la Ley 14/2016, de Patrimonio Arbóreo Monumental de la Región de Murcia.

La publicación “Formaciones arbóreas y arbustivas de la Región de Murcia” es el primer documento específico que recoge esta clase de tipologías forestales, por lo que su contenido tiene un gran valor divulgativo y técnico, y pretende contribuir al conocimiento y preservación de la riqueza florística que posee el territorio murciano. En él se han valorado casi un centenar de formaciones que han sido seleccionadas teniendo en cuenta: su nivel de madurez, valor biogeográfico, rareza, nivel de amenaza y endemicidad de los taxones que las componen, considerando también la opinión de diversas fuentes científico-técnicas expertas en la materia.

En el libro se presenta en forma de ficha cada formación arbórea seleccionada, acompañada de fotografías, mapa de localización regional, especie principal de la arboleda, localidad y municipio donde se ubica, y se ofrecen también datos sobre las especies principales que componen la formación, los tipos de hábitat, amenazas, medidas de conservación y mejora. Información que resultará de gran valor para científicos, técnicos de naturaleza, agentes medioambientales y demás personas interesadas en el mundo de los ecosistemas forestales.

En concreto, han sido inventariadas un total de 93 formaciones singulares, constituidas por 83 bosques maduros o singulares, 7 arboledas singulares y 3 formaciones arbustivas. Sin embargo, se debe tener en cuenta que al tratarse del primer inventario técnico realizado al respecto, sería posible en futuras actualizaciones ampliar este número de agrupaciones.

Del total de 45 municipios que componen la Región de Murcia, en 24 de ellos existe, al menos, una formación singular. Las localidades que mayor cantidad de formaciones boscosas incluyen son Moratalla y Caravaca de la Cruz, lo cual parece ser debido a que la zona noroeste del territorio murciano detenta una pluviometría más elevada, generalmente por encima de los 400 mm de media anual, y al hallarse a mayor altitud media, a más de 500 msnm, repercute en temperaturas medias más bajas y una menor evapotranspiración, lo que propicia el desarrollo de este tipo de formaciones vegetales. De igual modo, se ha de tomar en consideración que los biotopos con compensación hídrica para la vegetación a través del agua freática permiten o facilitan la implantación de casi la mitad formaciones singulares del total, especialmente en las zonas más áridas del territorio.

A través de esta publicación se refleja la gran diversidad existente en cuanto a especies y tipologías fisionómicas de bosques maduros, arboledas y formaciones arbustivas singulares de la Región de Murcia. Es de destacar el valor biogeográfico a nivel europeo y español, de formaciones como los “artales” o “azufaifales” de Ziziphus lotus, cuyo biotopo ha ido desapareciendo a medida que el territorio se ha ido transformando en favor de otras actividades, hasta casi hacerlo desaparecer. Se puede considerar esta situación como grave, ya que este hábitat sólo aparece en toda Europa en las zonas térmicas de Murcia y Almería, sur de Grecia, Chipre y Sicilia, donde ha sufrido similar suerte que en territorios murcianos. Son también reseñables, biogeográficamente, las formaciones de ciprés de Cartagena (Tetraclinis articulata) por ser exclusivas del territorio murciano para el continente europeo. Curiosamente, los bosquetes con los ejemplares de mayor tamaño se ubican fuera de su área natural de distribución en el Parque Regional de Sierra Espuña, como resultado de las plantaciones llevadas a cabo hace poco más de un siglo por Ricardo Codorníu y colaboradores. Se trata de una especie relativamente termófila y con una gran resistencia a la sequía, por lo que el cambio climático podría jugar a su favor. Otra formación de gran interés biogeográfico sería la del álamo del Éufrates (Populus euphratica) en Abanilla, cuya genética difiere sutilmente de otra población presente en la cercana localidad de Elche. Se trata de las únicas poblaciones identificadas por el momento para España y Europa, y sus características genómicas apuntan a que ambas pertenecen a un solo linaje, pero con diferencias genéticas entre ellas, a tener en cuenta con respecto a la conservación de la especie en el sudeste ibérico.

Por lo demás, en relación al cambio climático que atenaza especialmente nuestra geografía, es de destacar la presencia de pequeñas formaciones singulares confinadas, como es el caso de carrascales, aceredas, quejigares y bojedas. Estas se ubican a modo de islas en las zonas de mayor altitud y precipitación de algunas de las montañas murcianas.

Tras el estudio y análisis de estas formaciones forestales se puede concluir que, dado el alto número de factores que las afectan, debemos estar alerta y establecer medidas adecuadas para su conservación, así como una red de seguimiento biológico que valore de modo continuo su estado y evolución, para lo cual esta publicación es un punto de referencia ya que resulta del todo relevante para el interés público y el patrimonio natural regional garantizar su conservación y protección.